Todavía en febrero de 2023 existían poquísimos portales digitales en República Dominicana sobre la historia de la nación-país, o tal vez ningún portal o “página Web” propiamente dicha. No hay que decir que en los tiempos que corren ese es un escenario sumamente preocupante respecto a la escasa incorporación de aspectos claves como la educación y la cultura dominicanas a Internet en el mundo.  Es sin duda un carencia-atraso que perjudica a la sociedad dominicana, y tal vez sobre todo a sus generaciones más jóvenes, y de paso pone en cuestión a las élites educacionales y culturales dominicanas.

En medio de ese ambiente, este pequeño portal se activa como un gesto probablemente muy romántico de hacer de tripas corazón para construir un pequeñísimo rincón de encuentro educativo en un contexto socio-cultural muy desierto, y sobre todo como una aventura iniciada para “ver qué pasa” cuando se inicie una conversación medianamente regular y estable y de enfoque ideológicamente progresistas (o por lo menos no reaccionario, no de “status-quo”) sobre el pasado y la memoria histórica colectiva dominicana.

 Internet nos permite un mecanismo de comunicación que hace treinta años no teníamos al alcance de la manera en que lo tenemos ahora, y creemos que un experimento como este vale la pena, pues está claro que aunque los mensajes compartidos por Internet no pasan de ser simples mensajes, Internet los hace más potentes que antes. 

Si quienes construimos esta primera versión del portal 500 Años de Historia “aguantamos el chucho” lo suficiente persistiendo en el intento, tal vez dentro de un año o dos a partir de la activación pública del portal podamos hacer una evaluación útil de la experiencia, y hacer siquiera una especulación sobre el potencial de Internet en un contexto educativo-cultural como el dominicano a fines del primer cuarto del siglo XXI.